Como buenos mosqueteros, cámara en mano acudimos prestos. Hacia el filo de un asombroso horizonte nos guió, en la alta lejanía se descubrieron los cielos amenazantes y un viento alado nos recibió para dar inicio a tal deliciosa aventura.
No hubo grandes batallas, ni versos en la danzante altura.... tan solo el placer de compartir en aquel paraje toda nuestra "bendita" locura.
¡Magnifica mañana entre amigos!.
Me encanta el reportaje y la dinámica musiquilla que ha puesto Benito. ¡Coño, que envidia!.Estos son los momentos que se cuentan en las memorias y a nuestros nietos. Se os ve felices. Nati, tienes una junto a un árbol muy sexy.Saludos ladrones. Toño.
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