El Portátil
He perdido el olfato que
tenía,
pego el dedo a cada letra
cual poseso,
si preguntan por Luis
contesto queso,
el portátil me come cualquier
día.
Es su calor como un gran
cráter,
la noche y el día funde sin
conciencia,
nada tiene fulgor ni
pertenencia
y cuando voy a cagar lo llevo
al wáter.
No es un mundo infinito, es
la pared,
es la reja que troncha la
emoción,
ceguera que destroza,
incensario
que bendice los milagros de
la red
y te compras en un “clic” un
camión…
¿cómo puede ser un mal tan
necesario?
OS LLEVÁIS MI
SANGRE
No lo sabéis, no entendéis nada.
Tampoco pido flores, sólo iros.
no tengo fuerza ni luz para sufriros,
me agarraré al filo de una espada.
No lo sabéis, no tengo llanto,
humedad mis ojos no sostienen.,
el suelo y el grito me detienen,
será la muerte que me
llama tanto.
Mañana vienen a secarme el cuerpo,
a cargar mi sangre, a cegar mi mente
y a cortar de un tajo de repente
treinta años clavados en el tiempo.
No lo sabéis, no entendéis nada,
me robáis la dicha y respirar, la risa,
defendéis a saco la estulticia,
la parte asesina de la democracia,
la mancha cruel en la camisa.
Os lleváis mi sangre y mi destino
porque es mi casa mi hogar y mi sentencia.
Tenga santo Dios santa paciencia
para no envenenar igual vuestro camino.
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