martes, 26 de noviembre de 2013

EL ATENEO RECUERDA A LUIS CERNUDA EN SU 50 ANIVERSARIO

El jueves, día 28, a las 20,30h con entrada libre, el Ateneo de Salamanca recuerda en un acto poético la vida y la obra del poeta sevillano Luis Cernuda en el 50 aniversario de su muerte (1902-1963), una de las firmas más importantes de la Generación del 27. El contraste entre la voluntad de eternidad y la condena de permanecer instalado en un tiempo fugaz, así como la lucha, eterna y dolorosa, entre el deseo y los límites que a éste impone la realidad, confieren a la obra de Cernuda un marcado sentimiento elegíaco. Sus permanentes inquietudes fueron la imposibilidad  de seguir los dictados de la imaginación, la añoranza de un mundo habitable, la aceptación del fracaso al que está abocado todo amor y la angustia ante el paso del tiempo.

El grupo poético SonLetras y los actores Manuel Andrés y Paquita Lahoz pondrán voz a sus poemas.



lunes, 25 de noviembre de 2013

SonLetras en El Alcaraván


Rayuela. 50 años de Cronopios y de Famas.

A pesar de estar en obras la sala de exposiciones del Ateneo, el 15 de noviembre pasado pudimos jugar igual. Es más, el entorno le dio un aire bohemio y totalmente informal al evento, y ese era el objetivo, hacer un homenaje NO al uso!! Mirando ahora las fotos, solamente nos hubiera faltado el mate para sentirnos en Argentina. Gracias, Julio por tu talento y por revolotear por allí con Oliveira, los cronopios y la Maga!











lunes, 4 de noviembre de 2013

Poemas de Luis Cernuda

Donde habite el olvido...

Donde habite el olvido, 

En los vastos jardines sin aurora; 
Donde yo sólo sea 
Memoria de una piedra sepultada entre ortigas 
Sobre la cual el viento escapa a sus insomnios. 

Donde mi nombre deje 
Al cuerpo que designa en brazos de los siglos, 
Donde el deseo no exista. 

En esa gran región donde el amor, ángel terrible, 
No esconda como acero 
En mi pecho su ala, 
Sonriendo lleno de gracia aérea mientras crece el tormento. 

Allí donde termine este afán que exige un dueño a imagen suya, 
Sometiendo a otra vida su vida, 
Sin más horizonte que otros ojos frente a frente. 

Donde penas y dichas no sean más que nombres, 
Cielo y tierra nativos en torno de un recuerdo; 
Donde al fin quede libre sin saberlo yo mismo, 
Disuelto en niebla, ausencia, 
Ausencia leve como carne de niño. 

Allá, allá lejos; 
Donde habite el olvido.



QUISIERA ESTAR SOLO EN EL SUR




Quizá mis lentos ojos no verán más el sur 
de ligeros paisajes dormidos en el aire, 
con cuerpos a la sombra de ramas como flores 
o huyendo en un galope de caballos furiosos. 

El sur es un desierto que llora mientras canta, 
y esa voz no se extingue como pájaro muerto; 
hacia el mar encamina sus deseos amargos 
abriendo un eco débil que vive lentamente. 

En el sur tan distante quiero estar confundido. 
La lluvia allí no es más que una rosa entreabierta; 
su niebla misma ríe, risa blanca en el viento. 
Su oscuridad, su luz son bellezas iguales.


QUÉ RUIDO TAN TRISTE

Qué ruido tan triste el que hacen dos cuerpos cuando se aman,
parece como el viento que se mece en otoño
sobre adolescentes mutilados,
mientras las manos llueven,
manos ligeras, manos egoístas, manos obscenas,
cataratas de manos que fueron un día
flores en el jardín de un diminuto bolsillo.

Las flores son arena y los niños son hojas,
y su leve ruido es amable al oído
cuando ríen, cuando aman, cuando besan,
cuando besan el fondo
de un hombre joven y cansado
porque antaño soñó mucho día y noche.

Mas los niños no saben,
ni tampoco las manos llueven como dicen;
así el hombre, cansado de estar solo con sus sueños,
invoca los bolsillos que abandonan arena,
arena de las flores,
para que un día decoren su semblante de muerto.


Luis Cernuda a 50 años de su muerte

Luis Cernuda fue uno de los poetas fundamentales de la Generación del 27. Nació en Sevilla en septiembre de 1902 y fue alumno de Pedro Salinas quién rápidamente descubrió el talento de su alumno. 




En su juventud, realizó sus primeras publicaciones en Revista de OccidenteSoledad, dolor, sensibilidad... son notas características de la personalidad de Cernuda. Su descontento con el mundo y su rebeldía se deben, en gran medida, a su condición de homosexual, a su conciencia de ser un marginado. Admite ser un "inadaptado".Nunca escondió su homosexualidad, y esto acarreó las nefastas etiquetas y el esperable desprecio en su propia tierra, con la cual no parecía sentirse muy identificado. 

Sus principales influencias proceden de autores románticos: Keats, Hölderling, Bécquer.
También de los clásicos, en especial de Garcilaso. Durante la Guerra Civil, comenzó su exilio en Estados Unidos, donde trabajó como docente. Más tarde, se trasladó a México, donde falleció en noviembre de 1963.

Hay una voluntad de síntesis muy propia del 27.  Su obra se basa en el contraste entre la su anhelo de realización personal (el deseo) y los límites impuestos por el mundo que le rodea (la realidad). Es una poesía de raíz romántica. Los temas más habituales son la soledad, el deseo de un mundo habitable y, sobre todo, el amor (exaltado o insatisfecho). 

En sus inicios toca la poesía pura, el clasicismo y el Surrealismo, pero a partir de 1932 inicia un estilo personal, cada vez más sencillo, de una sencillez lúcidamente elaborada, basado en un triple rechazo: de los ritmos muy marcados, de la rima y del lenguaje brillante y lleno de imágenes. 

Algunos de sus títulos, ubicados en orden cronológico, bastan para avalar lo dicho anteriormente: "Perfil del aire", "Los placeres prohibidos", "Las nubes", "Vivir sin estar viviendo" y "Desolación de la quimera". Tras el asesinato de Lorca, le dedicó la elegía "A un poeta muerto". 



Cernuda murió de un infarto el 5 de noviembre de 1963 en México. Ya era de día, pero la luz del cuarto permanecía encendida. El cuerpo del poeta estaba en el suelo, vestido aún con su batín, el pijama, las zapatillas y al lado, la pipa y unas cerillas. La muerte lo había sorprendido intentando fumar. En la máquina de escribir había frases por terminar, anotaciones sobre el teatro de los hermanos Álvarez Quintero. Y en la mesita de noche, un libro de Emilia Pardo Bazán, Novelas y cuentos. Dentro del ejemplar había dos marcadores de página -uno con el David de Miguel Ángel y otro con el retrato de Francisco I por Tiziano- que desvelaban en qué página había quedado interrumpida la lectura.
Así encontraron a Luis Cernuda la mañana del 5 de noviembre de 1963 en su habitación de la casa de la poeta y amiga Concha Méndez con quien vivía el poeta malhumorado, el misántropo que, sin embargo, compartió con la escritora y su familia sus últimos años de vida en México, país que lo acogió durante su largo exilio. Fue Paloma Altolaguirre, hija de Concha Méndez y del también poeta Manuel Altolaguirre, quien descubrió el cadáver de Cernuda en el suelo de su cuarto. Subió pensando que le había ocurrido algo porque Luis Cernuda seguía las rutinas con puntualidad. Se levantaba a las seis de la mañana, bajaba a prepararse el desayuno y luego subía a trabajar en su cuarto. Era muy extraño que a las ocho de la mañana aún no hubiera bajado.
Luis Cernuda fue enterrado el 6 de noviembre por la mañana en el Panteón Jardín del cementerio de México, donde yacen otros españoles del exilio. El jardín de la memoria dispersa, heterodoxa, de la otra España o de la España que no pudo ser. Según el inventario fúnebre, el poeta se encuentra en la fosa 48, fila 4, sector C. En la lápida: "Luis Cernuda Bidou. Poeta. Sevilla 1902-México 1963". Como él escribió un día: "Nadie podrá ya evocar para el mundo lo que en el mundo termina contigo".

Los juegos de Toño


viernes, 1 de noviembre de 2013


No es viento...

Cromáticas y octavas
se enredan a tus ágiles dedos,
y el viento no es viento
es lamento,
es  fugaz caricia en la piel,
susurros de ángel
calmando el alma.

Es cerrar los ojo
y morirse un instante,

hasta tocar el cielo.





(Poema dedicado a Raúl Díaz de Dios porque toca el acordeón como los ángeles)