sábado, 7 de junio de 2014

Memoria del sur

Miras por la ventana.
la luz reverbera sobre el asfalto caliente
reflejo blanco de una siesta análoga.
El canto de las chicharras anuncia bochorno.
Una niña y su perro caminan hacia el río.
Sientes el fresco temprano de las mañanas,
el olor a lavanda y romero,
la efímera floración de las glicinas.
Se hacen lentas las horas
como el viaje lento de un tren
cruzando el valle.
Te adormece el hipnótico zumbido
de los abejorros en la parra,
los truenos rolando en las sierras azules.
Un pueblo del sur, el viento,
el eco de las ranas nocturnas,
una mujer regando las rosas
a principios de octubre,
sus ojos miran desde lejos.
Los olores de antaño se esconden en los roperos
y es aquel otro estío,
demorado y distinto,
con tanto sur en la memoria. 


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