Anoche tuvimos concierto de tango en el Corrillo, con nuestro amigo y compañero Luis Mayol y su grupo de tango. Gracias a nuestro amigo Carlos de Dios por enviarnos las fotos y por su presencia.
jueves, 31 de octubre de 2013
Debut de Toño y Carlos como columnistas en Salamanca RTV
Esta semana nuestros amigos y compañeros de andanzas, Carlos Blanco y Toño Blázquez, han debutado como columnistas en el blog de Salamanca RTV.
¡¡Enhorabuena!!
Buscad sus columnas aquí http://www.salamancartv.com/opinion-blogs/
¡¡Enhorabuena!!
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lunes, 28 de octubre de 2013
Homenaje a Edith Piaf en El Ateneo de Salamanca
El próximo jueves, a las 20,30h El Ateneo recuerda en su 50
aniversario a la mítica cantante francesa Edith Piaf, icono de la cultura del
país vecino. Está invitado el Cónsul de Francia en Salamanca Robert Dengler para
hablar de esta mujer que conmocionó con su voz a toda Francia y América. Piaf,
interprete de canciones inolvidables, será protagonista el próximo día 31 en el
Ateneo.
viernes, 25 de octubre de 2013
Concierto de Mayol Novo Tango en Café Corrillo
Entradas ya a la venta:
Anticipada 5€
Taquilla 7€
Mayol Novo Tango ….con
aires de Blues
Luis Mayol: guitarra
eléctrica y voz
Raúl Díaz de Dios: acordeón
Manuel Torcatt: contrabajo
Invitado especial Christian
Murgui: percusión
Mayol Novo Tango
Luis Mayol, conocido
cantante guitarrista/ bajista argentino radicado en Salamanca (Stratotango,
Alien Blues) y componente de Vargas Blues Band desde 2002, nos muestra su
sentimiento “tanguero” en esta nueva agrupación: Mayol Tango Trío.
Junto a Manuel Torcatt al
contrabajo y arreglos musicales, Raúl Díaz de Dios al acordeón y Luis a la voz
y a la guitarra eléctrica, nos ofrecen un repertorio tradicional de tango,
milonga y composiciones propias todo con un estilo personal que nos brinda una
visión entre lo clásico y lo eléctrico.
De este modo, nos invitan a
un espectáculo de arte y diversión nutridos por este género inmortalizado por
Carlos Gardel y que ha prevalecido como una danza de gran atractivo visual, con
una poética y una musicalidad atemporales que son en sí mismo, un arquetipo
universal.
Poema de Toño Blázquez para Annie y Nati
POETA, ¿TÚ DE QUÉ
VAS?
(Para Annie y
Nati)
Te subes a los cielos y tocas
las campanas
de la emoción, el sentir, tu
complacencia;
eres puro deleite, bello jardín
sin ciencia
y hueles siempre a rosas sin
tener ganas.
Tú, ¿de qué vas? poeta, serio y
sibilino,
absorbes el mundo cuando
escribes,
la realidad se dobla cuando tú
decides
y pareciera tu letra un don
divino.
Deja la vanidad, sólo es
persona
lo que cubre tu ropa, no hay
misterio,
todo es poesía, cambia tu
careto
que vas por la vida como quien
perdona
a su santa esposa el
adulterio:
Ríe poesía ¡y piérdele el
respeto!.
Poemas de Verano - Natividad Gómez Bautista
ACOSO Y DERRIBO
(Del Teatro Bretón)
Allí, en tu penumbra,
deje que unas manos indagaran
en mi intimidad
y que pieles extrañas
rozara la mía
y que las lágrimas
se deslizaran mansas,
casi sin querer, por mis mejillas
y me volví irreverente
y me emocioné con cada mirada
y me ahogue en todos los mares
y bese sin labios
y me ruborice sin vergüenza
y fui partisana
y soñé.
Allí, fuera de tu penumbra,
volví a dejar que otras manos
indagaran en mi intimidad
y que, por milésima vez,
las lágrimas se deslizaran mansas,
casi sin querer, por mis mejillas
y que otras pieles extrañas me rozaran.
Y viví muchas vidas fuera de tu penumbra.
Hoy,
me duelen tus heridas,
me duelen mis heridas
y por tus cristales rotos,
por mis venas abiertas
se me escapan volando los recuerdos.
Alfonsina Storni
El 25 de octubre de 1938, Alfonsina Storni se quitaba la vida en Mar del Plata, Argentina.
Alfonsina Storni, junto con la chilena Gabriela Mistral y las uruguayas Delmira Agustini y Juana de Ibarbourou, pertenece al grupo de poetas latinoamericanas más destacadas de comienzos del siglo XX.
Se la reconoce como autora de novelas breves, cuentos y obras de teatro. Con un temperamento turbulento y reflexivo Alfonsina Storni refleja un universo lleno de tensiones, escepticismo, desencantos y luchas internas, lo que puede explicar el desenlace de su existencia cuando decide arrojarse a las olas.
El mar estuvo presente en su obra. Los poemas «Epitafio para mi tumba» incluido en Ocre (1925) y «Yo en el fondo del mar», en Mundo de siete pozos (1934), anticipan su muerte y el sentido de esta en la luminosidad, el color, el movimiento y la serenidad.
Si en uno declara: «Aquí descanso yo», y se le ve dormida entrando en un pozo donde «zarpan los buques», en otro afirma: «En el fondo del mar / hay una casa de cristal [...]», reforzando con la imagen flotante del cuerpo rodeado de sirenas, de un pulpo que «hace guiños» y de rojos ramos de «flores de coral». Esas imágenes tienen su punto de partida en la cabellera en la que arden «las erizadas puntas del mar» que se fusionan al oleaje y la fuerza del crepúsculo, como en una visión edénica que enlaza muerte y nacimiento, semejando a la vida poética de Storni hecha permanencia en sus versos.
El tema de la muerte y su cuerpo encontrado en las playas de Mar del Plata sirvieron de base para una bella canción latinoamericana cantada por Violeta Parra, además de otros artistas, en la que se convoca la escena final, aprovechando imaginarios marinos y versos de la autora en que se apoyan sus búsquedas poéticas.
Alfonsina Storni, junto con la chilena Gabriela Mistral y las uruguayas Delmira Agustini y Juana de Ibarbourou, pertenece al grupo de poetas latinoamericanas más destacadas de comienzos del siglo XX.
Se la reconoce como autora de novelas breves, cuentos y obras de teatro. Con un temperamento turbulento y reflexivo Alfonsina Storni refleja un universo lleno de tensiones, escepticismo, desencantos y luchas internas, lo que puede explicar el desenlace de su existencia cuando decide arrojarse a las olas.
El mar estuvo presente en su obra. Los poemas «Epitafio para mi tumba» incluido en Ocre (1925) y «Yo en el fondo del mar», en Mundo de siete pozos (1934), anticipan su muerte y el sentido de esta en la luminosidad, el color, el movimiento y la serenidad.
Si en uno declara: «Aquí descanso yo», y se le ve dormida entrando en un pozo donde «zarpan los buques», en otro afirma: «En el fondo del mar / hay una casa de cristal [...]», reforzando con la imagen flotante del cuerpo rodeado de sirenas, de un pulpo que «hace guiños» y de rojos ramos de «flores de coral». Esas imágenes tienen su punto de partida en la cabellera en la que arden «las erizadas puntas del mar» que se fusionan al oleaje y la fuerza del crepúsculo, como en una visión edénica que enlaza muerte y nacimiento, semejando a la vida poética de Storni hecha permanencia en sus versos.
martes, 22 de octubre de 2013
CUENTO DE OTOÑO Luis Gutiérrez Barrio
- Venga vamos, date
prisa. No, si al final me harás llegar tarde
- Ya voy abuelo. No
sé qué te pasa hoy que tienes tanta prisa.
- Hoy es 11 de
noviembre y tengo una cita muy importante.
El abuelo caminaba
embozado en su bufanda, la gorra bien calada, la cabeza baja, pensando en
tiempos que ya no volverán. El niño corría de un lado a otro, jugando con las
hojas que el caprichoso viento cambiaba de lugar sin ningún orden; tan pronto
corrían veloces a lo largo del paseo, como se arremolinaban en una esquina.
- Mira, aquel es el
banco -, dijo el abuelo. El niño, ajeno a todo, seguía jugando con el viento y
las hojas. Al llegar al viejo banco, el abuelo pasó su mano enguantada sobre él
y con una suave caricia le limpió de hojas secas. Luego, se sentó lentamente, para
no despertarle del letargo invernal.
- Abuelo, no te
quedes dormido - dijo el niño regañándole de antemano.
- No te preocupes -
contestó complaciente el abuelo.
Mientras el niño
corría y jugaba sin cesar, el abuelo agachó la cabeza y cerró los ojos.
Imágenes de un tiempo pasado acudieron a su mente: El parque era el mismo, pero
la luz del sol y el bullicio de los niños lo inundaban todo. El banco era el mismo,
pero la madera, ahora ajada y carcomida, se mostraba brillante y vigorosa. Del
césped, recién cortado, colgaban gotas de agua, que, con los rayos del sol,
dibujaban diminutos arco iris de brillantes colores. El aire estaba cargado de
aroma verde, fresco y penetrante. Y lo más importante, a su lado, sentada en
aquel banco, había una mujer. Una mujer que cubría su cabeza con un pañuelo,
que competía en colorido con los miles de flores que poblaban el parque. Su
rostro sereno, estaba marcado por el dolor y el cansancio. Hablaban
pausadamente. Sus palabras eran tiernas y sus gestos preñados de amor. A la
mujer le costaba alzar la voz y en su mirada, entre el cariño y la dulzura, se
escondía el fantasma de la muerte.
Unos meses después,
en otoño, un once de noviembre, sentados en el mismo banco en el que ahora se encontraba
él, mientras hablaban, la voz de la mujer se fue apagando lentamente, al tiempo
que su cuerpo se refugiaba entre los brazos del hombre. Él la miró resignado,
sabía que ese momento tenía que llegar y lloró en silencio.
Pasaron varias horas
hasta que su hijo, preocupado por su tardanza, les descubrió abrazados en aquel
banco del parque.
El abuelo no quería
desprenderse de ella. Al final accedió, a la vez que le prometía que muy pronto
volverían a estar juntos.
Hoy se cumple un año
de aquella despedida. Demasiado tiempo para estar separados. Un año vivido
solamente esperando el día en el que volverían a estar juntos, juntos para
siempre. Y ese día, por fin había llegado.
Al salir de casa, dijo
a sus hijos - Hoy me reuniré con vuestra madre - Sus hijos no le hicieron
demasiado caso – Abrígate bien, papá. ¿Llevas
la bufanda? ¿Y la gorra?
Él sabía que no le
creían, les dio un largo beso de despedida. Le costó mucho separarse de aquel
abrazo que con todas las fuerzas de un anciano le unía a su nuera. Una lágrima
recorrió sus mejillas. - No lo ves papá, abrígate, el frio ha hecho que se te
salten las lágrimas.
El viento frío, con
el orgullo del que se sabe invencible, se paseaba por el parque. Él, cada vez
lo notaba menos, algo tibio iba apoderándose de su cuerpo. Una ráfaga de aire
cálido, acompañado de unas hojas secas, se instaló en el banco, y un aroma a
césped recién cortado y a rosas llegó hasta sus sentidos.
Ya no sentía el frio,
ni el estrépito de los coches y la gente al pasar, estaba envuelto en una nube
cálida y apacible. En algún momento llegó a pensar que flotaba, que alguna
fuerza mágica le arrancaba del banco en el que estaba sentado y le transportaba
a lugares desconocidos para él.
La voz de su nieto le
hizo volver a la realidad – ¡Abuelo, no te duermas! -
- No te preocupes - contestó sin ningún
convencimiento. Y regresó a su éxtasis.
- Pues a mí me parece
que te estás durmiendo - Insistió el niño
El abuelo, en esta
ocasión, no le contestó, solamente abrió con esfuerzo los ojos y le miró cariñosamente.
- No te duermas-
insistía machaconamente el niño - no te duermas abuelo.
El abuelo abrió de
nuevo los ojos, unas lágrimas brotaron de ellos. Miró al niño con una especial ternura,
sintió un fuerte dolor por tener que dejarle. Por un momento dudó del camino a
tomar. El niño le asió por las solapas de la chaqueta y le zarandeaba mientras
le gritaba cada vez con más fuerza, - ¡Por favor, no te duermas abuelo! Otra
ráfaga de viento cargada de un inconfundible aroma a ella, disipó todas las
dudas. A pesar de la fuerza con que gritaba el niño, cada vez le oía más lejano,
hasta que el silencio lo invadió todo. Tan sólo veía un rostro borroso que le
gritaba y unas lágrimas que brotaban de sus infantiles y aterrados ojos.
El abuelo, acercó su
temblorosa mano a la cara del niño y con una leve caricia, se despidió de él. Una
sonrisa, de felicidad y tristeza, se dibujó en sus labios, a la vez que sus
ojos se cerraban lentamente. El rostro de su nieto fue la última imagen que vio
antes de dormirse para siempre.
lunes, 21 de octubre de 2013
Manual para Depredadores en El Rastrel
El jueves 26 a las 21:430 en El Rastrel la pandilla de los depredadores ofrecerá una lectura de relatos y música. La banda está compuesta por: Silvia Cornejo Martín, nuestra compañera Annie Altamirano, Aida González, Irene García y Tina García. Presentador: Carlos Ortega Vilas.
sábado, 19 de octubre de 2013
Poemas de Carlos Blanco Sánchez - Un jilguero en el laurel
Un jilguero colorín
en el laurel
se ha posado,
amarillo, rojo, gris,
blanco, negro y marrón claro.
Con sus trinos ameniza
la mañana en el jardín;
sentado _bajo la sombra_,
sentado _bajo la sombra_,
puedo verlo ir y venir
y, alegre, canta en la
copa,
mientras florece el jazmín.
mientras florece el jazmín.
Presume de los colores
que al arco iris robó.
No se lo digas a
nadie,
que es secreto entre
tú y yo.
iAIlustración
de Gisela Agutntina)
viernes, 18 de octubre de 2013
Días violetas - Annie Altamirano
Annie Altamirano escribe poesía, relato, reflexiones de poste y azotea. Aquí alguno de sus textos.
Hoy es un día violeta, de un sol que amenaza
con lluvia, de veredas repletas de gente que apenas se mira. Así son estos días
violetas, en que quiero escribir un cuento y el lápiz se me escapa de las
manos. Tengo ganas de tomar chocolate con churros, voy a la mesa y me encuentro
con una taza de té.
Pero no me enfado porque los días violetas no son para
enfadarse.
También hay días azules, como cuando el cielo
es un espejo y los cuentos me salen fácil y los leen hasta los marcianos. O
rojos, como cuando todo parece estar a punto de suceder. Pero hoy no es rojo ni
azul, es violeta.
Por mucho que quiera no puedo volverlo
amarillo. Un día amarillo de esos en que los ojos se te quedan atrapados en el
vidrio de la ventana de la cocina y los recuerdos se abren como un álbum de
fotos. En esos días amarillos, estás adentro de casa porque llueve. Esos días
se confunden con los grises sólo porque cuando llueve el cielo se pone gris.
Sin embargo los días grises son distintos. En
ellos puede haber sol y los árboles pueden estar florecidos, porque es la mirada de uno la que
tiene nubes y entonces por cualquier cosa lloras o se te hace un nudo en la
garganta porque sí, porque uno quisiera que fuera un día azul y las nubes de la
mirada lo nublan todo.
A mí me gustan los días verdes, como la melena
de los sauces en primavera, como el campo a lomos de un pájaro. Son días en los
que hasta los edificios parecen construidos de hierba.
Cuando el día es verde, te das cuenta al
amanecer porque en vez de quedarte en la cama, sientes cosquillas en las
piernas y puedes llegar a cualquier parte aunque quede muy lejos. Y entonces es
posible hacer los deberes con música de fondo,
o jugar con los amigos que ese día están más divertidos que nunca
porque
ellos también se despertaron con un día verde.
A mí me gustan los días verdes porque me
siento a leer debajo de un árbol y de repente Aragorn, Harry Potter, el Cid y
hasta la tonta de Heidi, se vienen de picnic conmigo y el conejo de Alicia nos
sirve el té en una mesa de barquillo con mantel de lunares de fresa. Me gustan
esos días porque tienen algo de azul aunque no lo sean,
porque los días azules
son como postales para mirar y los verdes son para pisar.
También hay días lisos en los que no pasa
nada, días a cuadros donde todo me sorprende, con horas anaranjadas bañadas en
chocolate.
Cuando llegan esas horas, me pongo a amasar pan y pongo la mesa en
el patio debajo de las glicinas.
También hay tardes remolonas con perfume a
jazmín a la hora de la siesta para enamorarse, para entrelazar los dedos y
dejarse llevar por el asombro
de que no es un sueño estar juntos.
Mañana quizá sea rojo, dorado o transparente,
quizás me encuentre con horas de menta y mañanas con olor a tilos en flor.
Pero
hoy no. Hoy es un día violeta.
Poesía es todo - Recital en Birdland
Ayer miércoles 16, a las 22:00hs hicimos una nueva presentación de nuestros trabajos en el bar Birdland de Salamanca.

Natividad Gómez Bautista
Vuelves
mujer
desde las espigas verdes
por donde huyen los pájaros
al páramo desolado y amplio
de una cama.
Y se adviene mi alma
en la desmesura de tu carne,
se detiene mi cuerpo
en el punto exacto
en el que tiemblas.
Vuelves mujer
y entre Circe y tú,
aquí en mi cama,
la insolencia de un sueño.
Luis Gutiérrez
Annie Altamirano
No me hago cargo
Toño Blázquez
Aquí estamos con algunas de nuestras amigas, María Ángeles y Marian.
Nos acompañó Luis Mayol en la guitarra y cantando blues y tangos.
Carlos Blanco Sánchez |
Natividad Gómez Bautista
Vuelves mujer...
desde las espigas verdes
por donde huyen los pájaros
al páramo desolado y amplio
de una cama.
Y se adviene mi alma
en la desmesura de tu carne,
se detiene mi cuerpo
en el punto exacto
en el que tiemblas.
Vuelves mujer
y entre Circe y tú,
aquí en mi cama,
la insolencia de un sueño.
Luis Gutiérrez
Annie Altamirano
No me hago cargo
No me hago cargo
dijo una mujer muy sabia
al cumplir noventa.
Hago mías las palabras
con bastantes menos.
No me hago cargo
aún en esos días
en que me vence el desaliento
al ver la imagen
que refleja impiadoso
el escaparate
o las arrugas traicioneras
que aparecen sin aviso
en una foto tomada por sorpresa.
No me hago cargo.
La mujer que viaja en este envase por la vida
rondará los cuarenta y tantos,
no muchos.
No ayuda sentir el aire de superioridad
de las mas jóvenes
(ellas con suerte también llegarán
aunque no lo saben),
la casi total invisibilidad para todos los demás,
no robar ni siquiera una mirada.
A mis cuarenta y dieci… todavía tengo ganas
y alguna locura pendiente.
A pesar de todo
no me hago cargo.
Soneto a mi prima
Un soneto escrito
por derecho
me exige mi prima
pergreñar,
la quiero, por
ello, enseñar,
así el primer
cuarteto está hecho.
No puedo asirme a
verso libre,
encarcelarme debo
a la escritura,
demostrar que
gozo de cultura
y al segundo
cuarteto dar calibre.
Voy acabando mas
no es pardo
ligar los tercetos
con la rima
y terminar
aquello que prometo.
Ya hice un
terceto, ya no tardo,
con talento daré
gusto a mi prima
dedicándole, por
fin, éste soneto.
Algunos miembros del público, entre ellos un nuevo seguidor de nuestro blog. Gracias, Carlos.
miércoles, 16 de octubre de 2013
Haikus del campo charro - Carlos Blanco Sánchez
El fin de semana pasado, Carlos Blanco fue a 'La Querida' de Vacas y Castaño a pasar una jornada poética junto a Joaquín Araujo. He aquí algunas de las fotos y de los haikus que resultaron de la experiencia del taller poético.
Déjame ser, árbol, de ti cobijo.
Álamo erguido,
ansias de cielo.
martes, 15 de octubre de 2013
Poesía es todo - Toño Blázquez
Ese es el concepto que subyace en la pluma de Toño Blázquez, poesía es todo desde la luna al papel higiénico o al ordenador. Aquí una muestra.
EL PORTÁTIL
He perdido el olfato
que tenía,
pego el dedo a cada
letra cual poseso,
si preguntan por Luis
contesto queso,
el portátil me come
cualquier día.
Es su calor como un
gran cráter,
la noche y el día
funde sin conciencia,
nada tiene fulgor ni
pertenencia
y cuando voy a cagar
lo llevo al wáter.
No es un mundo
infinito, es la pared,
es la reja que
troncha la emoción,
ceguera que destroza,
incensario
que bendice los
milagros de la red
y te compras en un
“clic” un camión…
¿cómo puede ser un
mal tan necesario?
14/10/13
______________________________________________________
EL
SORCE QUE AMO
(Leer preferentemente con el diccionario a
mano)
Ágil sorce de callada
senda
que en la ópima
despensa
convulsiones de
hambre descabalgas.
Paseante liviano por
el sofito agudo
en el atardecer
hermoso
a materia de orespe
sólo comparado.
Sorce al que hacen
sosaño
hasta el terete
que ladra en ululato
sin entraña.
Canijo irrisorio, de
alma breve,
zalacaín de la noche,
alada huella sin
pisada.
Señal etérea de usgo
ajeno
que sueñas uzo mudo y
complaciente.
Ancha noche te agarra
y te libera en ustión
de sombras,
fantasmal alípedo y
tierno sonajero.
Odias la luz y el
cande lácteo
y en tu olfato de
dios redimes los carmes
para seguir navegando
entre el cangro de
muerte
y tus pies de seda.
11 / 06 / 2010
lunes, 14 de octubre de 2013
domingo, 13 de octubre de 2013
Poemas de verano 2013 - Natividad Gómez Bautista
Aquí podéis leer algunos poemas de Natividad Gómez Bautista.
Era Federico, es Lorca.
Eran las mujeres negras,
los crucifijos negros,
los sueños negros
un anticipado luto
y era noche de agosto,
es noche de agosto
para desgarrar
el blanco adagio
de un traje
señorito y andaluz
y era España de machos
es España de machos
para fieros y juntos
mofarse, reírse,
truncar la rosa más rosa
de los Rosales.
Y los cuatro jinetes
de tu Apocalipsis lloraron
lloró el ególatra
colores sobre el lienzo,
sal y barro
sobre sus dedos
el adonis,
ceros vacíos
sobre tu sexo dormido
el seducido,
lloró silencio, el amigo.
Y lloraron Federico
tus mujeres,
lloramos Lorca
tus mujeres
todas las lágrimas
de tus poemas.
Vuelves mujer...
Vuelves
mujer
desde las espigas verdes
por donde huyen los pájaros
al páramo desolado y amplio
de una cama.
Y se adviene mi alma
en la desmesura de tu carne,
se detiene mi cuerpo
en el punto exacto
en el que tiemblas.
Vuelves mujer
y entre Circe y tú,
aquí en mi cama,
la insolencia de un sueño.
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